¿Qué es el angioedema hereditario?

 

El angioedema hereditario (AEH) es un trastorno genético raro. Se cree que solo 1 de cada 50 000 personas en todo el mundo tiene AEH.

 

Signos y síntomas del angioedema hereditario

El AEH puede causar hinchazón dolorosa y repentina en cualquier parte del cuerpo. Estos “ataques” de AEH puede ocurrir sin aviso y durar días. El dolor y la hinchazón de un ataque también puede ser incapacitantes, lo que dificulta la realización de tareas cotidianas. Esto puede hacer que vivir con AEH sea física y emocionalmente difícil.

Los ataques pueden producirse en cualquier parte del cuerpo, pero las ubicaciones comunes de la hinchazón incluyen:

    • Abdomen
    • Cara
    • Garganta
    • Genitales
    • Manos
    • Pies

     

    La hinchazón en la garganta puede ser potencialmente mortal, ya que puede provocar asfixia. Si se tiene un ataque que afecte a la garganta, se debe buscar atención de emergencia inmediatamente.

     

    Es bueno saber (que)…

    Un ataque de AEH puede iniciarse en una ubicación y extenderse a otra.

     

    Los ataques de AEH pueden durar días si no se tratan. La hinchazón suele empeorar durante un periodo de 24 horas y luego desaparece lentamente durante las siguientes 48-72 horas.

    Algunas personas experimentan una sensación de hormigueo antes de un ataque. También pueden observar una erupción no elevada (sin bultos) y sin picor antes de que comience la hinchazón.

     

     

    ¿Qué causa angioedema hereditario?

     

    Muchas personas con AEH tienen niveles bajos de una proteína importante llamada Inhibidor de la esterasa C1 (C1-INH) en su sangre, o bien la tienen pero esta proteína no funciona como debería.

     

     

    Cuando no hay suficiente C1-INH funcionando, otra proteína llamada calicreína plasmática se vuelve hiperactiva. Demasiada actividad de calicreína plasmática provoca un exceso de producción de bradicinina—, la sustancia que conduce a un ataque.

     

    ¿Qué causa los ataques de AEH?

    Los ataques de AEH a veces se activan a partir de un desencadenante. El AEH puede variar mucho de persona a persona, por lo que sus desencadenantes pueden ser muy diferentes de los de otras personas. Por ejemplo, algunas personas solo experimentan un ataque de AEH porque han sufrido un traumatismo físico, como caerse de una bicicleta o someterse a un procedimiento dental. Para otros, algo tan sencillo como hacer un movimiento repetitivo, como usar unas tijeras, podría causar un ataque de AEH.

    Algunos desencadenantes de ataques de AEH comunes son:

    Estrés emocional
    Lesión leve, cirugía o procedimiento dental
    Infección
    Influencias hormonales, como la menstruación o ciertos tipos de anticonceptivos
    Actividades físicas como cortar el césped o usar tijeras